Richi, es un hombre de pocas palabras, algo tímido al principio. Pero cuando su cuerpo comienza a comunicar es un espectáculo de gestos, muecas, miradas…, utiliza un lenguaje universal. Le encanta la música y bailar, se desternilla doblándose de la risa y se lo pasa pipa haciendo de las suyas en las alturas.
Todos tenemos en nuestro interior esa parte de nosotros que se resiste a crecer, que quiere jugar, que lucha por sus sueños y que no se detiene hasta conseguirlo.
El contorsionismo, trapecio y equilibrismo de Richi di Chous te abrirán los ojos a una realidad desconocida llena de creatividad e imaginación.